Cualquiera que viva con varias personas bajo el mismo techo conoce la situación: los platos sucios se amontonan en el fregadero, el desagüe de la ducha está atascado y hay que volver a pasar la aspiradora. Pero nadie se siente responsable y el molesto trabajo sigue sin hacerse. Para acabar con el caos, la solución es un plan de limpieza individual para su hogar. Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber para crear tu plan de limpieza.
Por qué merece la pena un plan de limpieza
Cuando en un hogar conviven muchas personas, es inevitable que surjan desacuerdos. Esto también es cierto cuando se trata del tema de la limpieza. No todo el mundo opina que haya que fregar los platos inmediatamente o que sea necesaria una limpieza regular en el baño.

Los platos sucios se acumulan rápidamente cuando hay desacuerdos sobre la limpieza.
Por eso ayuda sentarse juntos y elaborar un plan conjunto con el que al final todos estén contentos. Si todos colaboran, las tareas se resuelven rápidamente y te sientes más cómodo en tus propias cuatro paredes. El plan de limpieza asigna las tareas obligatoriamente, pero por supuesto no vale para toda la eternidad. Si alguien no está satisfecho, hay que adaptar el plan y seguir desarrollándolo.
¿Qué debe incluir un plan de limpieza?
Ahora vamos al meollo de la cuestión: tú y tus compañeros de casa queréis crear un plan de limpieza, pero no sabéis por dónde empezar... En primer lugar: cada plan debe adaptarse individualmente al hogar. Por lo tanto, primero hazte las siguientes preguntas:

Una primera panorámica de las próximas tareas
¿Qué hay que hacer en cada sala?
Para tener una idea general de las tareas que hay que hacer, es útil dividirlas por habitaciones. Las tareas básicas, como pasar la aspiradora, limpiar el suelo, sacar la basura, quitar el polvo de los armarios u ordenar, se hacen en todas las habitaciones. Para las tareas específicas de cada habitación, un posible plan de limpieza podría ser el siguiente:
- Cuarto de baño: limpiar el inodoro, limpiar el espejo, descalcificar el grifo, vaciar la ducha, ventilar correctamente.
- Cocina: Mantén limpia la superficie de trabajo, elimina las sobras, lava los platos, limpia el fregadero, limpia el horno, descongela y limpia el frigorífico y el congelador.
- Salón: limpia el televisor, sacude los cojines, dobla las mantas.
- Pasillo: ordena la cómoda, mantén ordenado el perchero, limpia el espejo.
- Dormitorio: hacer la cama, ordenar el armario, hacer la colada (esto suele ser responsabilidad de todos).
¿Con qué frecuencia hay que hacerlo?
La periodicidad con la que deben realizarse determinadas tareas depende de la intensidad con la que se trabaje en ellas. Si alguien no se esfuerza con una tarea del programa de limpieza, habrá que hacerla más a menudo para conseguir el mismo resultado. No obstante, tenemos una pauta para usted sobre qué tareas deben realizarse y con qué frecuencia si se hacen a conciencia:

Estas tareas le llegan a intervalos regulares.
Distribuir las tareas equitativamente
Decidan juntos quién se encargará de cada tarea. Tened en cuenta las rutinas diarias de todos los residentes. ¿Cuánto tiempo pueden dedicar diariamente a la limpieza del hogar? Existen diferentes enfoques para la distribución de tareas: Pregunte por las preferencias de cada uno. A algunos les gusta fregar los platos, mientras que a otros no les importa sacar la basura. En el mejor de los casos, todas las tareas están ya repartidas.
Si no es el caso, otra posibilidad es rotar las tareas. En este caso, la responsabilidad se cambia semanalmente. Esto suele ser especialmente eficaz porque la carga de trabajo es más o menos la misma para todos después de un ciclo y todos se han responsabilizado ya de todo. Sin embargo, lleva más tiempo hasta que se establece una cierta rutina en el día a día.

El trabajo en equipo es la clave del éxito de un plan de limpieza.
Para convencer de tu plan incluso a los cabezas de chorlito de la limpieza, una solución creativa para el reparto de tareas es la clave del éxito. Por ejemplo, puedes echar a suertes cada semana quién se encarga de cada actividad. O puedes desarrollar un sistema de puntos en el que cada acción completada gane puntos y cada uno de vosotros tenga que alcanzar un número mínimo de puntos. Esto es divertido y fomenta el buen ambiente.
Manténgase motivado
¿Las tareas están repartidas, pero nadie hace lo que debe? Entonces quizá se deba a la falta de motivación. No es de extrañar, porque la limpieza no es una de las actividades favoritas de mucha gente. Sin embargo, para mantener el ritmo de limpieza, puede ser útil encontrar el incentivo adecuado. Combine la tediosa limpieza con escuchar música o ver series.

Con un poco de diversión a la hora de limpiar, todo resulta mucho más fácil enseguida.
Pero asegúrate de no distraerte demasiado: la limpieza debe seguir siendo tu principal ocupación. O aprovecha la presencia de tus compañeros de piso y haced juntos las tareas más agotadoras. Otra opción es adoptar un enfoque lúdico. Por ejemplo, puedes introducir premios o castigos para animar a tus compañeros a dar lo mejor de sí mismos.
Calendario de limpieza en línea
Hay mucho que planificar cuando se trata de las tareas domésticas, sobre todo si quieres implicar a varias personas en las tareas. Para que no pierdas la visión de conjunto, el equipo de SeaTable ha creado para ti una plantilla de calendario de limpieza. Puede adaptarla a sus necesidades como desee. Por ejemplo, asignando claramente las tareas a una persona responsable, podrás ver de un vistazo qué tareas tenéis que hacer tú y tus compañeros de piso y si están repartidas equitativamente.
Si desea utilizar SeaTable para crear su plan de limpieza individual, sólo tiene que registrarse gratuitamente. Aquí encontrará la plantilla correspondiente.